Pero lo suyo es empezar por el principio: Rabino Arana hace punk rock con Alda a la voz, Jon a la guitarra, Ander a la batería y Henry con el bajo. Se juntan hará unos seis meses porque quieren un proyecto propio, disponen de lo necesario, y en general porque si: hay mucho que decir. Así que al lío. Seis meses, seis conciertos. Icluyendo uno en un colegio con público mayoritariamente infantil, en el que "Véndemelo", versión habitual en sus bolos, fue sustituida por la original "Breaking the law" de los Judas. No era plan.
Tras verlos en un par de bolos en los que me llaman la atención, quedamos en el Matadero, su local de ensayo ubicado en Repélega. A falta de Henry, que no puede estar por temas personales, los demás me explican sin escatimar en detalles de qué va su proyecto Rabino Arana, empezando por el nombre, que surge de una mezcla entre cachondeo y ganas de molestar al sector PNVero.
Enseguida se ve que no tienen pretensiones de convertirse en referente de nada; están ahí para expresar lo que sienten, denunciar lo que no está bien y pasárselo bien de manera natural y espontánea, aunque eso no quita para que haya roles dentro del grupo. Jon se autodefine como el padre porque es quien está pendiente de puntualidades y cumplimientos, y entre Ander y él se reparten los aleccionamientos cuando tocan. Ante todo son colegas, y el buen rollo que llevan es lo que prevalece. Desde que se forma el grupo hasta el momento actual, además de las versiones que tienen en repertorio, han creado tres temas: "40 horas", "Gritos de lokura" y "Kondenados" y un cuarto en proceso aún sin nombre, pero he tenido la suerte de escucharlo y joder... No quiero entrar a destripar sus canciones; para eso están los conciertos, para oir el mensaje en directo. Solo diré que no dejan indiferentes.
La tarde avanza y se va convirtiendo en noche, pero ahí seguimos. La charla se ha animado y ahora no hay quién pare a Alda, que al principio se mantiene al margen. Toca hablar del panorama musical actual, de mensajes políticos o políticos en los mensajes y el tío coge el mando con su forma de expresarse directa, clara y contundente. Los demás asienten y consienten; todos a una.
Pregunta: ¿Os consideráis políticos?
Alda: Qué va, a ver, si que lo que hacemos es político, pero nosotros no vamos con ningún partido. Somos pobres, bueno, pobres... obreros, clase obrera, y estamos con la gente así, no vamos detrás de ningún partido ni nada de eso.
Es su postura. Y en cuanto al panorama musical actual no lo ven muy alentador, ¿y quién si? Lo de siempre, las instituciones no se mueven y el peso cae sobre las comisiones de fiestas o asociaciones como Pikotos, a quienes reconocen su gran labor. Otra vía que da resultados es la de tocar en bares, que como ellos mismos dicen "es más duro porque hay que moverse más, pero tiene la ventaja de que te abres más y aprendes a buscarte la vida en un rollo más "do it yoursef"". Hazlo tú mismo, pero hazlo.
Muy ellos. Muy Matadero Records, a quienes se deben. No se puede entender Rabino Arana sin Matadero Records, lugar de ensayo para once bandas, con serigráfica y un pequeño estudio. Descrito por la banda como una comunidad que funciona a base de solidaridad y camaradería entre grupos.
Para finalizar les pido que envien un mensaje a quienes lean esto:
"Si quieren ver un bolo para pasarlo bien y cagarse en todo, que vengan a vernos".
Lo suscribo. Es más, tenéis la oportunidad el sábado 11 de noviembre en Buñuel, Nafarroa; y el viernes 17 de noviembre en el bar Volatín de Portugalete.
Gracias al grupo por el tiempo dedicado, por dejarme oír su nuevo tema y por ser de puta madre. Fotos: Rabino Arana y Lau Mayea.
Texto: Lau Mayea.
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