Koska+Karne Kruda Portugalete 11.08.2017
Con motivo de las fiestas de Arana, Portugalete.
El pasado viernes 11 me acerqué al Arana en Portugalete, que con
motivo de las fiestas de la villa se ha organizado una buena allí en
cuanto a conciertos de bandas, locales en su mayoría. Ese día tocó ver a
Koska y a Karne cruda.
Los Koska son de Repélega, y según me dijo Joseba, su cantante, no
cumplen aún el año, aunque poco les falta. Ya les había visto en otra
ocasión, pero esta última vez los "redescubrí". Controlaron el espacio y la
situación con actitud, muchas ganas y potencia.
Los tíos se lo pasaron bien, y eso, gente, se contagia. Además estaban "en casa"; el ambiente era de camaradería, familiaridad, estaban arropados por su peña entre el público y consiguieron que los demás presentes también quisiéramos ser parte de ese buen rollo. Que viva la golfería Koska, seguro que oiremos hablar más de la garra que tenéis.
Después ocuparon "las tablas" los Karne Cruda, venidos desde Cantabria. Más de diez años de recorrido se notan, sea cual sea el escenario. La banda dió buen repaso a sus cuatro álbumes de estudio sonando contundentes en ritmos y letras.
No hubo lugar para la ambigüedad: los tios sacaron su mensaje alto y claro entre estribillos con toques skin y mucho r'n'r. Metieron la rabia en el cuerpo del personal y nos hicieron bailar y cantar hasta quedar sin voz, doy fé, que para cuando sonó El clavo ardiendo ya solo movía los labios: "hijos de puta hay en todas partes y no paran de nacer". Temazo. Eskerrik asko a la gente de Koska y a Irene por cederme las fotos, y a los dos grupos por los bolazos. Un placer. A cuidarse gente.
Los tíos se lo pasaron bien, y eso, gente, se contagia. Además estaban "en casa"; el ambiente era de camaradería, familiaridad, estaban arropados por su peña entre el público y consiguieron que los demás presentes también quisiéramos ser parte de ese buen rollo. Que viva la golfería Koska, seguro que oiremos hablar más de la garra que tenéis.
Después ocuparon "las tablas" los Karne Cruda, venidos desde Cantabria. Más de diez años de recorrido se notan, sea cual sea el escenario. La banda dió buen repaso a sus cuatro álbumes de estudio sonando contundentes en ritmos y letras.
No hubo lugar para la ambigüedad: los tios sacaron su mensaje alto y claro entre estribillos con toques skin y mucho r'n'r. Metieron la rabia en el cuerpo del personal y nos hicieron bailar y cantar hasta quedar sin voz, doy fé, que para cuando sonó El clavo ardiendo ya solo movía los labios: "hijos de puta hay en todas partes y no paran de nacer". Temazo. Eskerrik asko a la gente de Koska y a Irene por cederme las fotos, y a los dos grupos por los bolazos. Un placer. A cuidarse gente.
*Lau Mayea.
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